viernes, 17 de febrero de 2017

El tratamiento con testosterona se basa en una enfermedad inventada y obvia sus peligros

El auge del uso de la hormona masculina testosterona para combatir el envejecimiento es una campaña de marketing que esconde los peligros de estos tratamientos y se basa en unaenfermedad inventada. La “moda”, importada de Estados Unidos, se expande por España en clínicas privadas y sanidad pública.

Hace ya años que estamos advirtiendo de los daños que pueden provocar los tratamientos masculinos con testosterona. Esta hormona, responsable de que los hombres tengamos nuestros atributos masculinos (una voz más ronca, mayor masa muscular o pelo) se “vende” como remedio para el envejecimiento con gran éxito en ventas pero ya hace tres años que la FDA –agencia de medicamentos de Estados Unidos- estaba investigando el riesgo de accidente cerebrovascular, ataque cardiaco y muerte en los hombres que tomaban productos con testosterona.


Han aparecido nuevas evidencias de dichos daños y fallecimientos en estudios recientes. La testosterona es una hormona esencial para el desarrollo del crecimiento masculino.

Los productos que contienen testosterona están aprobados por la FDA para utilizarse solamente en hombres que carecen de o tienen bajos niveles de testosterona asociados a un trastorno médico.

La balanza beneficio riesgo parece muy desfavorable ya que los daños son importantes. Uno de esos dos estudios sugirió un aumento del riesgo de accidente cerebrovascular, ataque al corazón y la muerte del 30 por ciento en el grupo que se había prescrito la terapia de testosterona.

Se ha publicado en El Confidencial sobre la clínicas del Doctor T, un centro privado que opera por baja testosterona. Solo que el Síndrome por Déficit de Testosterona es una enfermedad inventada. Este síndrome es más bien una amalgama de síntomas inespecíficospropios del proceso fisiológico del envejecimiento.

Sin embargo, ha sido objeto de una intensa actividad promocional que ha presentado el problema como de alta prevalencia y de elevado impacto en la salud pública.

Como explica la citada publicación:

Son centros privados que ofrecen terapias hormonales a los hombres de mediana edad con el objeto de paliar los efectos de la andropausia. Su éxito ha sido considerable en países como Estados Unidos o Australia, donde llevan casi una década y no han dejado de crecer. La clave de este negocio, como habrá supuesto, está en la testosterona“.

Cuando los hombres sobrepasamos la edad de 40 años los niveles de la hormona disminuyen hasta casi desaparecer durante la vejez. Es similar a lo que sucede en las las mujeres con la menopausia (para la que por cierto también se cometieron aberraciones como la expansión de la Terapia Hormonal Sustitutiva que entre otras cosas aumenta el riesgo de cáncer de ovario.

Envejecer no es una enfermedad. Que baje la testosterona en sangre, tampoco pero en esas clínicas prometen su “cura”.

Que acumulamos grasa o tenemos menos ganas de sexo (os recomiendo leer mi postEl perro se ha comido mi parche de testosterona) o estamos algo cansados, estamos enfermos pero “no preocuparse” que eso tiene solución.

El tratamiento medio sale por 800 euros y trata de complementar -no suplir- la producción de testosterona natural, pero puede ser de por vida.

Hay mucha propaganda y poca Ciencia en todo esto como explican los médicosEnrique Gavilán, Juan Gérvas y el farmacéutico Javier Gorricho en este fenomenal artículo.

Es propaganda, no ciencia, lo que lleva al incremento de la prescripción de testosterona y clínicas o laboratorios comoBayer, uno de los mayores fabricantes, están haciendo su agosto gracias a los incautos hombres de mediana edad y buen poder adquisitivo, a los que va dirigido, sobre todo, el marketing de las empresas que se apoya sin duda en los medios de comunicación.

La sanidad pública también está dispensando a mansalva la hormona (ver el gráfico que ofrece El Confidencial) y comienza a hablarse de “testosteronadictos” por su efecto dopante.

Como casi siempre importamos lo peor y lo escribo porque en Estados Unidos, donde este tipo de clínicas y tratamientos están en auge los tribunales de Justicia se llenan de demandas judiciales.


Por Miguel Jara 9 de enero de 2017
http://www.migueljara.com/2017/01/09/el-tratamiento-con-testosterona-se-basa-en-una-enfermedad-inventada-y-obvia-sus-peligros/

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